No
ponemos en contacto con el mundo a través de los sentidos
Seleccionamos lo que recibimos a través de
nuestros filtros perceptúales
Trasformamos la información al
generalizar, omitir y distorsionar
Codificamos
la información
recibida y la almacenamos en nuestro interior
Al
pensar usamos
los mismos elementos que nos proporcionan los sentidos para percibir,
almacenar y construir nuestra realidad, a través de la vista, oído, el gusto,
tacto, y el olfato.
En Programación Neurolingüística (PNL) utilizamos
estos canales de referencia para entender el mundo de las personas, hay quienes
son más auditivos, es decir, su mundo es más sobre las palabras y los gritos,
los sonidos. Otros son más visuales, su mundo se construye más la observación,
las imágenes y los colores. Hay otros que “sienten” más, son más propensos
percibir a los demás en sus estados anímicos, degustan con mayor delicadeza
todos los sabores y recrean los olores.
Cada uno de estos sentidos, nos dan una visión
particular del mundo y cuando no conocemos esta parte de nuestro particular modo
de percibir el mundo. Todos tenemos de todos los sentidos, sólo que hay canales
que usamos preferentemente, lograr despertar todos los sentidos, nos permite
lograr mejores resultados.
De hecho, algo que usamos para despertar esa gran
inteligencia en los niños y jóvenes es mostrar cuál es su canal preferente y hacer
que desarrollen los otros sentidos, a través para ampliar su rango de
inteligencia y de percepción.
Sí observas que tu hijo es más auditivo, podrás ayudarlo a desarrollar, por ejemplo su sentido de la vista. Basta conque realices este pequeño ejercicio diariamente, pídele que observe lo que está a su alrededor y que después lo recree paso a paso en su mente. Esto le ayudará a empezar a desarrollar su sentido de la observación, darse cuenta de los detalles. En los jardines de niños, se trabaja con todos los sentidos, pero tan pronto el niño entra a primaria, se olvida que el niño o niña aprende con todos los sentidos.
Estudios han demostrado que para las niñas es más fácil aprender a leer y a relacionarse con los demás, mientras que para los niños les es más fácil la observación.
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